- Personas con sospecha o diagnóstico clínico de enfermedad de Fabry
Niños y adolescentes: Dolores agudos o crónicos en extremidades que no responden a la analgesia habitual (acroparestesias), fiebre recurrente de origen desconocido, intolerancia al calor, frío o ejercicio, trastornos intestinales crónicos de origen incierto, angioqueratomas difusos, hipohidrosis, proteinuria, retraso en el crecimiento, opacidades corneales (cornea verticillata).
Adultos: Persistencia de los síntomas anteriores, insuficiencia renal de origen incierto, hipertrofia ventricular izquierda (miocardiopatía hipertrófica), disnea, tolerancia reducida al ejercicio, angina, dolor torácico, palpitaciones, arritmias enfermedad cerebrovascular precoz, pérdida de audición y tinnitus.
- Estudio familiar: Búsqueda de mutación previamente identificada en caso índice (familiares de pacientes con enfermedad de Fabry en los que se haya identificado previamente una mutación).